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7 February 2020 Sección Bibliográfica
José Luis Copete
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Abstract

La Sección Bibliográfica de Ardeola publica reseñas breves de publicaciones recibidas en la biblioteca de SEO/BirdLife. Estas reseñas se realizan desinteresadamente por un conjunto de colaboradores. Las reseñas son normalmente solicitadas por los editores a los colaboradores, aunque otras adicionales pueden ser consideradas para su publicación.

Las reseñas expresan las opiniones de los revisores, de modo que no reflejan necesariamente la opinión de los editores o de SEO/BirdLife.

This section reviews publications received by and deposited in the SEO/BirdLife library. Most reviews are solicited by the editors from individual contributors but additional reviews are always most welcome. Reviews express the subjective opinions of individual reviewers. As such, they do not necessarily reflect those of the editors or any official policy of SEO/BirdLife.


Uno de los grandes divulgadores sobre ornitología en nuestros días es Tim Birkhead. Tras una carrera larga y exitosa como científico, en la que ha trabajado durante muchos temas como la selección sexual, la competencia espermática o la forma de los huevos, entre algunos grandes temas, Birkhead también ha cultivado durante años el reto de trasladar al gran público lo que los científicos comunican en sus reducidos círculos.

Ese es uno de los campos donde los ornitólogos académicos todavía tienen mucho que ofrecer. La cantidad de literatura científica que va apareciendo en revistas especializadas es enorme, todavía más hoy que hace unas décadas, como se refleja en la aparición de nuevos títulos, tanto en ornitología, como en ciencia en general. Como muestra, basta indicar que las dos revistas de ciencia interdisciplinar más prestigiosas del mundo, Nature y Science, abrieron ‘sucursales’ específicas, que permitieran dar salida a la explosión de trabajos de alto nivel que iban recibiendo. Aparecieron así Nature Genetics, Nature Scientific Reports, Nature Communications… o Science Advances. Sin embargo, a pesar de que el aumento de la producción de artículos especializados es un hecho, todo eso no llega al gran público como debería. Hay secciones de ciencia con más frecuencia en los diarios de información generales, algo impensable hace 30 años. También hay revistas de divulgación que ofrecen esta posibilidad, en España tenemos por suerte un ejemplo como la mensual Quercus. Pero todavía hay espacio para aumentar los canales de divulgación de lo que hacen los ornitólogos en sus revistas científicas. En 2018 surgió un programa radiofónico exclusivamente sobre ornitología, La Radio del Somormujo. Y es evidente que hay espacio en televisión e Internet para distintos formatos audiovisuales.

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Falta, sin embargo, mayor producción de libros como el que nos ocupa. Se trata de una traducción de la obra original de 2014, Bird Sense, que salió en inglés. Gracias a Capitán Swing tenemos esta versión traducida al castellano por Ana González Hortelano. La traductora ha trabajando con esmero, incluso ofreciendo los nombres en castellano de las aves que aparecen mencionadas en el libro. Algo encomiable, pero que le deja al firmante un poco perdido en según qué casos, ya que a veces lo que aparece en el libro es una traducción sui generis, del tipo Brown Kiwi = Kiwi marrón, cuando en realidad el nombre oficial en castellano de Apteryx mantelli es kiwi norteño, o para Apteryx australis, el nombre correcto es kiwi sureño, y no kiwi común. Hay otros casos como estos. Todos los nombres en español se pueden consultar en la IBC o en el HBW Alive, donde la parte de taxonomía y nomenclatura está disponible –todavía– de forma abierta sin necesidad de una suscripción. Conviene que los traductores de obras anglosajonas al castellano sepan dónde buscar los términos actuales y correctos. Leer pato-petrel antártico para el prion antártico Pachyptila desolata, duele un poco.

Obviando el tema de los nombres de las especies, el libro es de una lectura fascinante, aquí sí hay que alabar la redacción castellana de la traductora.

Birkhead se dedica a recorrer los distintos sentidos (vista, oído, olfato, tacto, gusto, sentido magnético y emociones) en las aves. Nos sorprenderemos de descubrir la cantidad de cosas descubiertas, muchas en época reciente, sobre sentidos que a priori parecen ajenos a los pájaros. Al mismo tiempo que el autor va desgranando los detalles de cómo los pájaros sienten mediante cada uno de esos sentidos, proporcionando no solo descripciones del cómo, sino también entrando en los detalles que seguro que muchos lectores desconocían, como los sensores que en el pico permiten obtener el sentido del gusto a la hora de ingerir o no la comida, o el increíble olfato que se ha descubierto que poseen muchas especies. Todo ello, engarzado dentro de ex-plicaciones de cómo se ha descubierto históricamente cada avance, entrando entonces a comentar la aparición de grupos de investigación, quienes han trabajando más un tema, cómo consiguieron sortear las barreras que impedían conocer con garantías cada proceso, o incluso descubrirnos a los lectores por qué según qué temas han sido más trabajados por mujeres que por hombres, comentando el caso concreto de un grupo de investigación donde las mujeres eran mayoría: al parecer, las dos investigadoras senior que comenzaron el equipo animaban mucho más a sus doctorandas, y compartían mucha más información en equipo, que sus colegas masculinos. Ojo al dato, que el tema da para desarrollar otro libro independiente!

Celebramos la aparición de esta iniciativa por Capitán Swing, que ha añadido a las librerías una de las obras de Birkhead que, sorprendentemente, no había sido traducida, cuando sí lo habían sido antes La sabiduría de las aves, por Libros del Jata en 2017, o Promiscuidad. Una historia evolucionista de la competencia entre espermatozoides, por Laetoli en 2007. Birkhead está publicando una serie de libros donde hace síntesis de temas científicos para llegar a todo el mundo, escritos magistralmente, y que seguro que son leídos con fruición, pues se leen como si fueran novelas. Ojalá veamos muchos más libros suyos, o de otros divulgadores de la ornitología anglosajona, traducidos de ahora en adelante. —José Luis Copete.


La verdad es que cuando llegó a mis ma-nos esta guía debo decir que me sorprendió mucho su gran calidad fotográfica, magnífica presentación e impecable maquetación. Son muchos ya los libros publicados sobre las aves marinas a escala mundial, con clásicos como el Seabirds, an identification guide de Peter Harrison –cuya primera edición data de 1983– u otros más modernos, como Photographic Handbook of the Seabirds of the World, de J. Enticott y D. Tipling (1997), Petrels night and day, de M. Robb et al. (2008), o las distintas monografías de la serie North Atlantic Seabirds, de B. Flood y A. Fisher (2011-en curso), solo por mencionar algunos títulos de referencia; pero el caso es que esta obra no viene a ser una más de las disponibles en el mercado, sino un manual moderno, bien ilustrado, manejable y también útil.

La guía comienza por el prefacio y un apartado sobre “cómo usar este libro”, a lo que siguen otros textos encuadrados en la introducción (que se centra en la taxonomía y tipos de aves oceánicas, la identificación de las aves marinas en el mar, la muda, dónde y cómo ver aves oceánicas y la conservación), antes de llegar a la parte más densa y fundamental, los textos y láminas fotográficas de las especies abordadas, con más de 2.200 fotografías a todo color de las mismas. Cabe aclarar aquí que el manual no incluye sino los taxones considerados verdaderamente “oceánicos”, es decir, pelágicos, pues, por ejemplo, quedan excluidas muchas gaviotas y charranes, ya que son, en esencia, aves costeras. Ello implica que se hayan seleccionado algo más de 270 especies en total, de todas las regiones del globo. Esta sección del libro divide a las aves marinas en los grandes grupos taxonómicos, comenzando por los pingüinos y acabando con los falaropos. Estos últimos son las únicas limícolas tratadas en la guía, al igual que ya hizo P. Harrison en su obra Seabirds, an identification guide.

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Los textos sobre cada grupo de aves marinas empiezan por una breve introducción acerca de las generalidades, con indicación del número de taxones –tanto a nivel de genérico como específico–, y continúan con un tratamiento más detallado de las especies, con información concisa pero precisa acerca de su distribución, principales caracteres identificativos y algunos aspectos biológicos, todo ello acompañado de magníficas fotografías y mapas de distribución, estos últimos de gran ayuda cuando se quiere saber de qué región geográfica procede un ave determinada. La taxonomía adoptada en la obra es bastante moderna, aunque hay casos en que puede haber cierta controversia, como ocurre con determinados paíños tradicionalmente atribuidos al género Oceanodroma en fechas recientes, los cuales han sido trans-feridos recientemente a Hydrobates, si bien aquí se tratan como pertenecientes al género Thalobata, como acontece con el complejo de especies de O. castro. Con los rabijuncos ocurre algo que para muchos puede ser sorprendente, ya que hasta hace muy poco siempre se había considerado que a nivel mundial solo había tres especies del género Phaethon (P. aethereus, P. lepturus y P. rubricauda), pero en esta guía se plantea que pueden ser cinco, ya que sendas subespecies del rabijunco etéreo P. aethereus indicus y del rabijunco piquigualdo P. lepturus catesbyi cabría abordarlas como taxones independientes a nivel específico. La notable disyunción geográfica existente y el cierto grado de aislamiento de tales subespecies parecen justificar esa propuesta, aunque aún no está del todo secundada por la comunidad ornitológica.

Bajo mi punto de vista particular, hay varios casos que merecen una especial atención en cuanto a los contenidos de esta guía, y que conciernen a grupos de especies que habitan en el entorno del Atlántico Norte y el Mediterráneo. Uno de ellos es el de los petreles del género Pterodroma presentes en los archipiélagos macaronésicos, de los que se ofrece una buena galería fotográfica comparativa, con indicación de las principales diferencias morfológicas que hay entre los mismos y su particular fenología, indicada tanto en los textos como en unos mapas esquemáticos acompañantes. Aquí se insiste en algo que ya es bien sabido por los ornitólogos y “birdwatchers” que han frecuentado las islas de Madeira y Cabo Verde en busca de estos interesantísimos petreles, el hecho de que resulta harto complicado (si no imposible) distinguir en el mar las especies P. deserta (que cría en las islas Desertas, Madeira, Portugal) y P. feae (que se reproduce en Cabo Verde), motivo por el cual a menudo se consideran ambas dentro de una superespecie o “complejo de especies P. feae”. Otro caso destacable es el de las pardelas atlánticas y mediterráneas del género Calonectris, las cuales son tratadas desde hace unos pocos años como tres taxones independientes a nivel específico, C. borealis, C. diomedea y C. edwardsii, si bien no todos los autores están de acuerdo con la separación de las dos primeras (aun existiendo estudios genéticos que lo justifiquen). Al respecto resultan muy interesantes y útiles las galerías fotográficas y los comentarios ofrecidos sobre estas especies, pues ayudan a una correcta diferencia-ción de las mismas en vuelo. Una cosa que llama mucho la atención es el mapa de distribución de las áreas de cría de las tres pardelas, puesto que de C. borealis se conocen dos colonias en el seno del Mediterráneo y de C. diomedea una en pleno Atlántico, algo que ya ha sido expuesto en distintas publicaciones científicas. Por otro lado, hay un número creciente de registros de pardela cenicienta de Cabo Verde C. edwardsii en las aguas de Madeira, Salvajes y Canarias, e incluso capturas o hallazgo de ejemplares muertos en tierra firme en las islas Salvajes y el islote de Montaña Clara (Canarias), aunque el mapa ofrecido no muestre dicha dispersión hacia el norte, la cual cabe atribuirla, a priori, al calentamiento progresivo del mar. Un tercer caso muy interesante es el de las pardelas chicas atlánticas (género Puffinus), que en este libro son abordadas como “complejo de P. lherminieri” y, en mi opinión de forma muy acertada, se separan claramente en tres taxones a nivel específico, P. lherminieri (Atlántico Oeste), P. baroli (Azores, Madeira, Salvajes y Canarias) y P. boydi (Cabo Verde). El mapa de distribución adjunto muestra cómo las áreas de dispersión en el Atlántico de estas dos últimas especies llegan a solaparse, lo cual ha sido confirmado en años recientes.

El libro finaliza con dos apéndices (A, “Localizaciones geográficas”, y B, “Taxonomía y nombres en inglés”), junto a unos amplios agradecimientos y una relación bibliográfica que incluye importantes referencias sobre identificación, taxonomía y otros aspectos de las aves marinas pelágicas del mundo, además del correspondiente índice de especies (solo con nombres vulgares en inglés) y una lámina final que muestra algunos términos de anatomía y plumaje usados en la obra.

En definitiva, creo sinceramente que la adquisición de esta guía por parte de la comunidad de ornitólogos especializados en aves marinas y por cualquier amante de este grupo tan singular de la avifauna mundial es obligatoria, habida cuenta de su alta calidad, claridad expositiva y abundancia de imágenes. Desde luego, Steve N. G. Howell y Kirk Zufelt han hecho un magnífico trabajo, y debo decir que el libro ya tiene un hueco muy especial en mi biblioteca ornitológica, y seguro que también en la de muchos otros apasionados por la grey alada.—Rubén Barone.


El Caribe siempre despierta fascinación. Lo imaginamos como el último paraíso pirata, con sus playas de arena blanca, palmeras rebosantes de cocos, aguas de color turquesa y vegetación exuberante. En un sentido más histórico, las islas a las que baña este mar están asociadas a la era del redescubrimiento del nuevo mundo y, desgraciadamente, a su explotación y sometimiento por parte de los imperios europeos dominantes. Estas islas fueron llamadas en su origen Indias Occidentales por los españoles, y aunque el término está en desuso en castellano, este sigue vigente en inglés. Por tanto, este Birds of the West Indies trata sobre las especies de aves registradas en la región compuesta por los archipiélagos del Caribe: las Antillas Mayores, Antillas Menores y Bahamas. En total, 115 islas y 29 países.

Las Indias Occidentales poseen un considerable legado bibliográfico ornitológico. Sin ir más lejos tenemos el primer Birds of The West Indies en 1936 escrito por el mismísimo James Bond (ornitólogo en el que se inspiró Ian Flaming para bautizar al famoso espía de ficción). Posteriores versiones de esta guía han visto la luz y todavía es posible conseguir alguna de sus últimas ediciones. También existen un número nutrido de guías más contemporáneas, entre las que podemos destacar la reciente guía de Raffaele, Wiley et al., probablemente la más popular, así como la realizada por Norman Arlott. Asimismo, hay otras guías de interés si se va a visitar un país concreto, como pueden ser Field Guides to the Birds of Cuba de Rolando Garrido y Arturo Kirkconnell, Endemic Birds of Cuba de Nils Navarro, y Birds of the Dominican Republic and Haiti de Steven Latta, Christopher Rimmer et al. Si a estas les sumamos varias guías fotográficas y diversos libros sobre dónde encontrar aves en las diferentes islas del Caribe, podemos afirmar que la región posee una cobertura bibliográfica amplia para cualquiera que vaya a visitarla.

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Así pues, encontramos que la región posee una buena cantidad de alter-nativas para elegir. Entonces, ¿es necesaria una nueva guía? Si bien es cierto que hay un buen número de guías de identificación para la región, también lo es que estas requieren de una buena actualización, y la aparición de una guía moderna siempre es bienvenida. Más aun si se trata de una guía que parece haber sido diseñada por los autores con un objetivo en mente: convertirse en la guía de identificación de aves de referencia del Caribe.

Los cuatro autores, Kirwan, Levesque, Oberle y Sharpe, reúnen una gran experiencia en la región y son todos voces autorizadas sobre la ornitología caribeña o conocedores extensos de la misma a través de múltiples viajes. Los acompañan una plétora de ilustradores, algunos de los cuales realizaron las ilustraciones previamente para el Handbook of the Birds of the World, recuperándose para este libro, mientras que otros realizaron ilustraciones especialmente para la obra.

El libro está disponible en dos versiones diferentes: una de tapa flexible y otra de tapa dura. Yo he podido usar la de tapa flexible, la cual parece la mejor opción para viajar, especialmente a lugares húmedos y costeros en el trópico. Tiene un tamaño considerable: consta de 400 páginas y mide 16 × 23 cm, ocupando un más que generoso espacio en nuestra mochila, especialmente si lo comparamos con las guías que le preceden. Esto es debido a la inclusión de un gran número de especies divagantes, algunas relativamente recientes para la región, así como la información detallada en el texto correspondiente a cada especie, con el estado actualizado y observaciones relevantes.

La guía está estructurada de la manera típica. La introducción repasa algunos de los temas recurrentes en las guías de identificación de manera breve, como la cobertura geográfica, clima, ecosistemas, conservación, incluyendo lista de especies con mayor grado de amenaza, y mejores áreas para la observación de aves.

A continuación, sigue el grueso de la guía con los textos sobre cada especie y sus láminas de identificación. La guía cubre 712 especies, de las cuales 190 son endémicas y 550 regulares en la región. La taxonomía sigue la línea de HBW y BirdLife International Illustrated Checklist of the Birds of the World, e incluye las últimas actualizaciones que ya han sido registradas por BirdLife International y HBW Alive.

En el texto dedicado a cada especie es destacable la importancia que se da a las subespecies presentes en la región, siendo estas diferenciadas en los mapas de cada especie. En algunos casos, hay ilustraciones dedicadas a cada subespecie. Asimismo, muchas subespecies reciben más información a través de las notas taxonómicas.

Como en otras guías recientes editadas por Lynx, se han añadido códigos QR a la sección de cada especie, enlazando con las páginas correspondientes en Internet Bird Collection, mostrando su galería de fotos, audio y vídeo. No es algo que considero especialmente útil, pero es posible que muchos le saquen partido a esta funcionalidad.

Como no puede ser de otra manera, el estado de cada especie está completamente actualizado y parece que se ha hecho un gran esfuerzo en la recopilación de citas dispersas. Los textos referentes a la identificación por edades y sexo, así como variaciones geográficas, vocalizaciones y especies similares, son bastante completos. Esta es, en mi opinión, la principal fortaleza de esta guía y en la cual sobresale con diferencia con respecto al resto.

Otro aspecto que llama la atención es la inclusión de todas las aves divagantes confirmadas en la región con el mismo nivel de relevancia que muchas especies comunes y regulares. En ocasiones ocupando el mismo o más espacio en el libro, aun siendo especies que cuenten con una o dos observaciones en la región. Por ejemplo, es muy poco probable encontrar un abejaruco europeo en el Caribe y, sin embargo, se da cabida a dos ilustraciones que ocupan un tercio de página. El elevado número de especies redunda en un mayor número de páginas y tamaño del libro, lo cual puede reducir su practicidad como guía de campo.

Como siempre, una de las claves de las guías de identificación, y en lo primero que probablemente nos vamos a fijar, son sus ilustraciones. Muchas de ellas fueron producidas para la serie del HBW y son, en su mayoría, de buena o gran calidad. Esto no es de extrañar al ver en la lista de ilustradores nombres de enorme prestigio como Hilary Burn e Ian Lewington, entre otros.

Sin embargo, al contar con hasta 29 ilustradores, es normal que la calidad y estilo de las ilustraciones sea variable. En muchos casos las ilustraciones de una misma lámina no parecen estar a escala, y las dimensiones de las ilustraciones en diferentes láminas parecen descompensadas. Además, se echan de menos algunas ilustraciones que muestren las diferencias entre rangos de edad y sexo en algunas especies. Sin embargo, como ya se ha mencionado, muchas especies reciben varias ilustraciones que muestran las diferentes subespecies.

A pesar de todo, en su conjunto, la calidad y detalle de las ilustraciones supera en gran medida las guías ya existentes. Un gran ejemplo lo tenemos en las reinitas del género Setophaga, para las que hasta ahora era necesario acudir a guías de Norteamérica para poder identificar individuos complicados en el campo, y que ahora reciben en cambio unas ilustraciones útiles y de calidad.

Los mapas de distribución de cada especie se disponen en las mismas láminas, junto a las ilustraciones, en lugar de en las páginas dedicadas al texto principal. Esto puede parecer poco intuitivo en un principio y en ocasiones hace más confusa la separación de las diferentes especies. El aspecto positivo es que los mapas están actualizados y tienen el suficiente nivel de detalle para hacerse una idea rápida de como se distribuye cada especie, así como sus diferentes variaciones geográficas.

Después del tratamiento de las especies, sigue un checklist de la región, cubriendo el estatus de cada especie en cada país/territorio. Continúa un segundo apéndice con especies divagantes de poblaciones introducidas, así como aquellas probables no confirmadas. Para terminar, se incluyen las referencias bibliográficas, el índice en inglés y nombre científico, un índice rápido y un mapa general de la región con lugares de interés para la observación de aves.

Finalmente, en cada copia del libro se incluye una tarjeta para descargar un checklist en PDF que sigue la taxonomía del libro, y que nos puede ser útil para imprimir y completar en el campo.

Como conclusión, se puede decir que la guía de Kirwan et al. se ha convertido en la guía de referencia para la región. Algunos aspectos mejorables tienen que ver con algunas ilustraciones, su estructura y la decisión de contemplar todas las divagantes en el cuerpo principal del libro. Pero a pesar de ello, la información completa y actualizada y la gran calidad de una buena parte de las ilustraciones hacen de este libro la mejor opción para cualquiera que vaya a visitar el Caribe.—Yeray Seminario.


Àlex Ollé y Fran Trabalon publicaron en 2017 la obra en catalán Guía de Rapinyaires de Catalunya (Cossetània Edicions). La buena acogida del libro junto a la información adicional recopilada durante su edición, ani-maron a los autores a continuar y ampliar el proyecto para publicar el trabajo que aquí revisamos. Así, Aves Rapaces de Europa, de la editorial Omega, vio la luz en septiembre de 2019.

El libro comienza con una introducción general de 17 páginas a la ecología de las rapaces en donde se trata su alimentación, ciclo reproductor, migración, conservación y muda del plumaje. Esto da paso a 39 capítulos específicos sobre otras tantas especies. De este modo, se da cobertura a todas las especies reproductoras en la región europea. El buitre moteado, divagante habitual, es la única no reproductora incluida. Las subespecies vulpinus del busardo ratonero, cirtensis del busardo moro y pelegrinoides del halcón peregrino son tratadas como taxones diferenciados, pero no reciben capítulos aparte. El buitre orejudo y el buitre dorsiblanco africano, ambos accidentales en la región, son mencionados brevemente en el Anexo 1 con sendos párrafos y fotografías. Se echa en falta la inclusión del águila esteparia, divagante escasa pero posiblemente regular en la mitad oriental de los Balcanes (Bulgaria y Grecia). Entendemos que esto se debe a la rarificación de la especie en Europa.

La obra sigue la taxonomía establecida por la IOC. Así, el abejero europeo aparece intercalado entre el alimoche común y el buitre moteado.

Cada uno de los 39 capítulos, de en torno a ocho páginas de extensión por especie, cuenta con los siguientes apartados: distribución, movimientos y migraciones, requerimientos ecológicos, reproducción, alimentación, población, estado de conservación e identificación. Además, en el inicio de cada uno, se aporta información sobre la biometría por sexos, el nombre común en inglés, alemán, francés, catalán, euskera y gallego, y longevidad. Así, el contenido se divide de manera compensada en dos áreas principales: identificación y ecología. Queda claro, por lo tanto, que no se trata exclusivamente de una guía de identificación, sino de una obra más ambiciosa a modo de enciclopedia. Las más de 800 referencias bibliográficas em-pleadas, muchas de ellas de máxima actualidad, evidencian que la elaboración de esta obra se basa en una exhaustiva labor de documentación, revisión, y síntesis.

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La confección de los mapas de distribución merece una mención especial. Los autores han combinado diversas fuentes para desarrollar mapas precisos y actualizados. Pese a alguna omisión puntual como, por ejemplo, el quebrantahuesos en Creta, pro-porcionan posiblemente la mejor información de conjunto disponible. Una buena muestra de ello es el mapa correspondiente al aguilucho papialbo. Este refleja los llamativos cambios recientes en la distribución de la especie, incluyendo su reproducción e invernada, ambas escasas, en Escandinavia y el extremo sur de la península ibérica, respectivamente.

Las más de 700 fotografías que ilustran los textos, con la participación de más de 70 fotógrafos, constituyen uno de los pilares principales de la obra. No se utilizan ilustraciones ni figuras complementarias. La mayor parte de las fotos muestran primeros planos de aves en vuelo y se incluyen en el apartado de identificación, de forma similar a como lo hace Forsman en Flight Identification of Raptors of Europe, North Africa and the Middle East (2016). Pero, a diferencia de este, una cuarta parte de las fotos muestran aves posadas, aves en su entorno, interacciones y otros aspectos característicos de su ecología. Aquí, consideramos que hubiese sido deseable que los pies de foto, además de la especie y fecha, incluyesen también información sobre la región geográfica en la que se estas han sido obtenidas. La mayor parte de las fotos son de gran calidad. No obstante, en algunos casos, los autores han priorizado que estas muestren determinados rasgos clave para la identificación y datación, en detrimento de su calidad. Por otra parte, parece que la impresión ha oscurecido en exceso algunas de las imágenes. En general, nos encontramos ante un libro estéticamente atractivo y muy visual, en el que la selección de fotos cumple de manera muy destacable su función ilustrativa y documental. De hecho, uno de los aspectos más destacables de Aves Rapaces de Europa es que documenta la práctica totalidad de los plumajes discretos de las rapaces de Europa, atendiendo a su edad, sexo y variaciones. Esto es algo que anteriormente solo ofrecía Forsman.

Para la descripción de los distintos plumajes no adultos, los autores han optado por su clasificación en “años calendario” (1er año cal., 2°año cal., etc.) en lugar de la clasificación en “tipos de plumaje” (segundo plumaje, tercer plumaje) como hacen Forsman o Clark y Davies en African Raptors (2018). Si bien ambas son perfectamente válidas, la segunda opción puede resultar más ortodoxa para tratar especies nacidas en otros hemisferios o en un contexto internacional. Los autores describen tres clases de edad para la mayor parte de las especies pequeñas y medianas, como las integrantes del género falco, el azor o el abejero europeo. Por su parte, describen seis clases de edad para la mayoría de las especies de mayor tamaño como los buitres y las grandes águilas. El grado de profundización en los textos es similar al que presenta Forsman como ejemplo más próximo, y algo superior, en las especies en común, a Clark y Davies. Cabe destacar, por tratase de un libro orientado al público español, que Ollé y Trabalon muestran de manera más completa los distintos plumajes del águila imperial ibérica. Cubren así uno de los huecos más llamativos dejados por el autor Finlandés. No hemos encontrado divergencias de criterio significativas respecto a los autores anteriormente citados. No obstante, en algunos casos, Ollé y Trabalon usan un lenguaje más categórico que Forsman a la hora de describir clases de edad muy específicas como, por ejemplo, el tercer año del busardo ratonero y del halcón de Eleonor.

Otro aspecto a destacar de Aves Rapaces de Europa son los recursos didácticos de los que se ha hecho uso. Así, las fotografías destinadas a la identificación han sido editadas con círculos acompañados de textos breves que marcan los rasgos clave para la identificación. También se incluyen, en el Anexo 1, 14 collages a página completa y de estilo similar al popularizado por las “Crossley ID Guides”. Esto permite la comparación directa entre grupos de plumajes complicados de, por ejemplo: buitres juveniles e inmaduros; el águila moteada y la pomerana, sus híbridos, y la variedad “fulvescens” de la primera; juveniles y hembras de las tres especies de aguiluchos de “cola anillada”; busardos rojizos (i.e. vulpinus, rufinus, cirtensis y “Gibraltar”), etc. Además, el Anexo 2, muestra 7 comparativas por pares de varios de los casos problemáticos clásicos como son el abejero europeo vs busardo ratonero, halcón de Eleonor vs alcotán europeo, gavilán común vs azor, cernícalo primilla vs cernícalo vulgar, etc. Esta manera de mostrar la información complementa bien la parte central del libro y facilita la correcta interpretación de los rasgos clave para la identificación y datación de los casos más complicados.

Como no podía ser de otra manera en una obra de estas características, los autores abordan el tema de la hibridación. Dedican especial atención a los casos del águila pomerana × águila moteada, aguilucho papialbo × aguilucho pálido, y busardo ratonero × busardo moro. Aquí, además de incorporar los criterios más actuales para la identificación de híbridos, los autores explican también el contexto ecológico de origen y subyacente de este fenómeno.

Como consideración global, creemos que la combinación de información sobre ecología e identificación avanzada que Aves Rapaces de Europa ofrece, da como resultado una obra muy completa y redonda que cubre un hueco en la bibliografía especializada. Además, los autores consiguen con éxito que la información presentada sea, en su conjunto, asequible y de interés para diferentes audiencias. Los lectores con menor conocimiento previo encontraran en este libro una herramienta de primer orden para acelerar su curva de aprendizaje. Por su parte, para los lectores más versados, especialmente en lo que a identificación se refiere, este libro puede no resultar tan novedoso como Forsman lo fue en su día. No obstante, encontrarán una gran cantidad de información y ejemplos fotográficos adicionales que, sin duda, proporcionarán aprendizaje y disfrute a partes iguales.—Javier Elorriaga.

José Luis Copete "Sección Bibliográfica," Ardeola 67(1), 175-184, (7 February 2020). https://doi.org/10.13157/arla.67.1.2020.br
Published: 7 February 2020
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