The Aspidoscelis cozumela complex of parthenogenetic lizards of the Yucatán Peninsula originated from hybridization between individuals of Aspidoscelis angusticeps (maternal) and Aspidoscelis deppii deppii (paternal) followed by postorigin clonal divergence. A previous report of histocompatibility between two members of the complex, Aspidoscelis maslini and Aspidoscelis cozumela, is reliable evidence that they share a single hybridization event. However, evidence from mitochondrial DNA and histoincompatibility has been used to conclude that another member of the complex, Aspidoscelis rodecki, originated from a separate hybridization event. Although future evidence might tip the balance in favor of a two-hybridization model, we provide examples where evidence from mtDNA and histoincompatibility probably led to incorrect predictions of the number of hybridization events in parthenogenetic Aspidoscelis. In this study, we compared correspondence between patterns of morphological and karyotypic divergence among A. cozumela, A. rodecki, and northern populations of A. maslini and progenitor species to two-hybridization and one-hybridization models. Although morphological and karyotypic patterns can be explained by either model, the most parsimonious alternative is a single hybridization event followed by postformational divergence.

El complejo Aspidoscelis cozumela de lagartijas partenogenéticas de la Península de Yucatán se originó de la hibridación entre individuos de Aspidoscelis angusticeps (especie materna) y Aspidoscelis deppii deppii (especie paterna) seguida por una divergencia clonal postorigen. Un reporte previo de histocompatibilidad entre dos miembros de este complejo, Aspidoscelis maslini y Aspidoscelis cozumela, es una evidencia confiable de que ellos comparten un evento de hibridación único. Sin embargo, evidencia de ADN mitocondrial e histoincompatibilidad ha sido utilizada para concluir que otro miembro de este complejo, Aspidoscelis rodecki, se originó de un evento de hibridación separado. Aunque evidencias futuras podrían inclinar la balanza en favor de un modelo de dos-hibridaciones, proporcionamos ejemplos donde evidencias de ADN mitocondrial e histoincompatibilidad probablemente conducen a predicciones incorrectas del número de eventos de hibridación en Aspidoscelis partenogenéticos. En este estudio, comparamos correspondencia entre patrones de divergencia morfológica y cariotípica entre A. cozumela, A. rodecki, y poblaciones del norte de A. maslini y especies progenitoras de modelos de dos-hibridaciones y una-hibridación. Aunque patrones morfológicos y cariotípicos pueden ser explicados por cualquiera de estos dos modelos, la alternativa más parsimoniosa es un evento único de hibridación seguido de divergencia postformativa.