Wild birds share with humans the capacity for moving fast over large distances. During migratory movements, birds carry pathogens that can be transmitted between species. One of these concerning pathogens is Mycobacterium spp. A necropsy was performed in a grey heron (Ardea cinerea) that had been medically treated for a polyarthritic process. Grossly, firm white-yellowish nodules of various size, resembling granulomas, were observed in right carpal joint, both patellar joints, neck musculature, palate, pharynx, larynx, nasal sinuses, pericardial sac, air sacs, proventriculus and intestinal serosa, pancreas, kidneys, adrenal glands, and oviduct. Microscopically, these lesions were composed of multinucleated giant cells, large macrophages, and lymphocytes, with a central zone of necrosis and in some cases with peripheral fibrosis. Acid-fast bacilli were detected within these lesions. Lesions were cultured and Mycobacterium avium subsp. avium was identified. To the best of our knowledge this is the first description of mycobacteriosis in grey herons. Although the grey heron is currently considered a least-concern species, avian mycobacteriosis remains a threat on the conservation management of endangered avian species, and constitutes a public health concern as well.
Reporte de Caso—Micobacteriosis aviar diseminada en una garza real (Ardea cinerea) de vida libre.
Las aves silvestres comparten con los humanos la capacidad para moverse rápidamente a lo largo de grandes distancias. Durante los movimientos migratorios, las aves llevan patógenos que pueden ser transmitidos entre las especies. Uno de estos agentes patógenos es Mycobacterium spp. Se realizó una necropsia de una garza real (Ardea cinerea) que había sido tratada médicamente de un proceso de poliartritis. Macroscópicamente, se observaron nódulos firmes blanco-amarillentos de varios tamaños, que semejaban granulomas, en la articulación carpal derecha, ambas articulaciones de la rodilla, la musculatura del cuello, en el paladar, en la faringe, laringe, senos nasales, saco pericárdico, sacos aéreos, proventrículo y serosa intestinal, páncreas, riñones, glándulas suprarrenales y oviducto. Microscópicamente, estas lesiones se componían de células gigantes multinucleadas, grandes macrófagos, y linfocitos, con una zona central de necrosis y en algunos casos con fibrosis periférica. Se detectaron bacilos ácido-alcohol resistentes dentro de estas lesiones. Se realizó cultivo bacteriano de las lesiones y se identificó Mycobacterium avium subsp. avium. Hasta donde se conoce, esta es la primera descripción de micobacteriosis en garzas reales. Aunque la garza real está considerada una especie de menor preocupación, la micobacteriosis aviar sigue siendo una amenaza en la conservación de especies de aves en peligro de extinción y también constituye un problema de salud pública.