Enrique Santoyo-Brito, Matthew Anderson, Stanley Fox
Journal of Herpetology 51 (2), 197-201, (20 January 2017) https://doi.org/10.1670/15-167
Increasing evidence indicates that sex-determination mechanisms in reptiles (genotypic sex determination [GSD] and temperature-dependent sex determination [TSD]) are considerably labile and not mutually exclusive. Environmental factors can override GSD in some reptile species and some species shift from GSD to TSD at certain temperatures. We present data on the effects of incubation temperature on sex ratio in Collared Lizard (Crotaphytus collaris) hatchlings. Eggs were incubated at one of seven constant temperatures. More males were produced at both lower and higher temperatures and more females at intermediate temperatures. Although none of the seven treatments produced only females or only males (nor even differed significantly from an equal sex ratio), incubation at different constant temperatures influenced hatchling sex ratios and produced an overall statistically significant pattern, consistent with TSD pattern II but in an inverse way. Even with a lack of evidence, GSD has been suggested as the sex-determining mechanism in the species. Our results suggest that sex ratio is modified in a consistent pattern depending on incubation temperature; therefore, labeling this species GSD is premature. More research is needed, however, to conclude that C. collaris is a TSD species or a GSD species with temperature interacting with genetic factors.
Evidencia creciente señala que el mecanismo de determinación de sexo en los reptiles (GSD, determinación genética; y TSD, determinación sexual por temperatura) son considerablemente flexibles y no mutuamente excluyentes. Factores ambientales pueden anular GSD en algunas especies de reptiles y algunas especies cambian de GSD a TSD en ciertas temperaturas. Presentamos datos de los efectos de la temperatura de incubación en la proporción de sexos en recién eclosionados de la Lagartija de Collar (Crotaphytus collaris). Los huevos fueron incubados a una de siete temperaturas constantes. Mayor número de machos se produjeron en temperaturas bajas y altas, y mayor número de hembras en temperaturas intermedias. Aunque ninguno de los siete tratamientos produjo sólo hembras o sólo machos (tampoco difieren significativamente de una proporción de sexo igual), la incubación a temperaturas constantes diferentes influenció la proporción de sexos de recién eclosionados y produjo un patrón general significativo consistente con el patrón de determinación sexual por temperatura II pero de manera inversa. A pesar de la falta de evidencia, la determinación sexual cromosómica (GSD) ha sido sugerida como el mecanismo de determinación sexual en esta especie. Nuestros resultados sugieren que la proporción de sexo se modifica en un patrón consistente dependiendo de la temperatura de incubación, por lo tanto es prematuro etiquetar esta especie como GSD. Se requiere más investigación para concluir que C. collaris es una especie TSD o una especie GSD con temperatura interactuando con factores genéticos.