The Gyrfalcon (Falco rusticolus) is a top avian predator, an Arctic specialist, and among the bird species most vulnerable to climate change. This vulnerability is driven by their narrow ecological niche, limited or lack of southward migration, and circumpolar distribution where the most rapid climatic changes are occurring. Climatic and habitat changes may alter Gyrfalcon disease ecology due to changes in vector distributions, host ranges, and pathogen life cycles. Warmer Arctic temperatures and accompanying landscape changes may also alter the Gyrfalcon's prey base, and dietary habits can influence transmission of pathogens. To better understand disease ecology in Gyrfalcons, we compared pathogen prevalence across varying time periods at three study sites in Alaska—the Seward Peninsula (2014–2022), the Alaska Peninsula (2021–2022), and the Yukon–Kuskokwim Delta (2008–2013). We collected Gyrfalcon whole blood, thin blood films, cloacal swabs, and fecal samples for serology, haemoparasite assays, microbiological cultures, and fecal tests for parasites. An aliquot of whole blood preserved on filter paper or in Longmire solution was kept for molecular diagnosis of haemoparasites. Serology revealed high exposure to Salmonella (77%), low seroprevalence of avian influenza antibodies (1.5%), exposure to falcon adenovirus type 1 in hatch-year Gyrfalcons (1.3%), and the first report of a Leucocytozoon spp. blood parasite in a Gyrfalcon. We found no antibodies indicative of prior exposure to avian paramyxovirus, West Nile virus, or Chlamydia. One nestling and one hatch-year bird sampled (2 of 12) on the Seward Peninsula exhibited oral plaques from capillarids (Eucoelus spp.) in contrast to those trapped in the Izembek National Wildlife Refuge on the Alaska Peninsula (0 of 6).
Falco rusticolus es un depredador aviar tope, especialista del Ártico, y una de las especies de aves más vulnerables al cambio climático. Esta vulnerabilidad se debe a su nicho ecológico estrecho, su limitada o nula migración hacia el sur, y a su distribución circumpolar, donde ocurren los cambios climáticos más rápidos. Los cambios climáticos y de hábitat pueden alterar la ecología de las enfermedades de F. rusticolus debido a cambios en la distribución de vectores, en los rangos de distribución de los hospedadores y en los ciclos de vida de los patógenos. Las temperaturas más cálidas del Ártico y los cambios en el paisaje que las acompañan también pueden alterar la base de presas de F. rusticolus, y los hábitos alimenticios pueden influir en la transmisión de patógenos. Para comprender mejor la ecología de las enfermedades en F. rusticolus, comparamos la prevalencia de enfermedades a lo largo de diferentes períodos de tiempo en tres sitios de estudio en Alaska: la Península de Seward (2014–2022), la Península de Alaska (2021–2022) y el Delta del Yukón–Kuskokwim (2008–2013). Colectamos sangre entera, frotis delgados de sangre, hisopados cloacales y muestras fecales de F. rusticolus para serología, ensayos de hemoparásitos, cultivos microbiológicos y exámenes coproparasitológicos. Se conservó un alícuota de sangre completa en papel de filtro o en solución de Longmire para el diagnóstico molecular de hemoparásitos. La serología reveló una alta exposición a Salmonella (77%), baja seroprevalencia de anticuerpos de influenza aviar (1.5%), exposición al adenovirus tipo 1 en individuos del primer año (1.3%) y el primer reporte del parásito sanguíneo Leucocytozoon spp. en F. rusticolus. No encontramos anticuerpos indicativos de exposición previa a paramyxovirus aviar, virus del Nilo Occidental o Chlamydia. Las aves adultas y del primer año atrapadas en la Península de Seward (2 de 12) presentaron placas orales consistentes con infección por capiláridos (Eucoelus spp.), en contraste con aquellas atrapadas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Izembek en la Península de Alaska (0 de 6).
[Traducción del equipo editorial]